Poco se sabe de los orígenes del arquitecto Onofre Montané Urrejola. Fue de los pocos arquitectos que trabajaron en Concepción a principios del siglo XX y entre sus obras más reconocidas se encuentran el edificio del Liceo de Hombres de Concepción de 1915 y la casa Urrejola concluida en 1917. Ambas construcciones quedaron grabadas en el imaginario colectivo local y el Liceo de Hombres (actual Enrique Molina), se transformó en un exponente de las políticas de arquitectura educacional desarrolladas como grandes palacios destinados a la formación y el aprendizaje. Inicialmente se concibió como una manzana completa delimitada por las calles Victor Lamas, Caupolicán, Chacabuco y Aníbal Pinto, siendo construido sólo hacia Víctor Lamas compuesto por un edificio perimetral de tres niveles, un cuerpo central en el acceso con campanario y gimnasios. Hoy en día, del antiguo liceo sólo se conservan los gimnasios y las escaleras del salón del acceso que en la década de 1930 se acoplaron al Aula Magna o “teatro” del liceo. La casa Urrejola, proyectada para Carmen Urrejola del Río, viuda de Pedro del Río Zañartu, se construyó en la esquina de Castellón con Barros Arana y en 1994 fue declarada Monumento Nacional, a pesar de esa designación en el 2006 se transformó en un local de la tienda Hites demoliendo completamente su interior.