Fernando Moscoso Ramos fue uno de los tantos arquitectos que arribaron a Concepción tras el terremoto de 1939 desarrollando una gran cantidad de viviendas y edificios principalmente residenciales. Con el pasar de los años, se destacó por su multiplicidad de lenguajes, aludiendo no sólo al momento moderno que experimentó la ciudad sino además a otras manifestaciones con líneas neocoloniales, tradicionales, reformulaciones de arquitectura pintoresca, entre otras expresiones. La gran variedad de resultados de sus proyectos es proporcional además con su gran producción arquitectónica que además se conjugó con su vida como bombero, proyectando cuarteles como el de Tomé y varios en Concepción como los de la Primera, Tercera, Sexta y Séptima Compañía.